Imagínate que todas recibiéramos una cantidad de dinero mensual que nos permitiera cubrir nuestras necesidades.
Imagínate que, ademas, una parte de ese dinero fuera a la comunidad y se tuviera que gestionar comunalmente.
Imagínate que es un derecho de nacimiento. Sin importar género, edad, lugar de procedencia, clase social, nivel formativo, años de cotización o meses en paro.
Imagínate que no tienes que justificar nada para obtenerla. Es, simplemente, tuya.
Ahora imagínate que es económicamente viable. Que incluso en este sistema de mierda, hay dinero para lograrlo.
En paro, jubiladas, amas de casa, estudiantes, trabajadoras precarias,… ¿cómo nos cambiaría la vida?
Para quienes no la conozcan, les presento la herramienta de transformación social LA RENTA BÁSICA DE LAS IGUALES.